Madrid, 13 de enero de 2022. Desde mediados de 2020, tras la fuerte contracción económica provocada por el virus del SARS-CoV-2, las restricciones en los países para contener la pandemia y la reactivación económica posterior, las materias primas han experimentado un desorbitado incremento de precio.
La misma tendencia alcista ha seguido el precio de la energía que, en la segunda mitad de 2021, se acentuó fuertemente, de forma que los precios del gas, el petróleo o el carbón han ido registrando variaciones mensuales sin precedentes.
Esta situación con los precios de las materias primas y la energía, se complicó aún más tras la invasión de Ucrania por Rusia, el 24 de marzo de 2022, que ha supuesto fuertes restricciones en el suministro de gas por parte de Rusia a los países de la Unión Europea.
La evolución de los precios de las materias primas y la energía es difícilmente predecible, y trasciende del ámbito puramente económico hacia la geopolítica. Los dos últimos años se han caracterizado por una extrema volatilidad, pero siempre manteniendo la tendencia alcista.